¿Cómo llegan nuestros veleros Moody a sus nuevos propietarios? Dependiendo del destino y del método de entrega elegido, nuestros veleros llegan a su nuevo hogar de diferentes maneras. El transporte de cada velero plantea retos especiales. Le mostramos las tres rutas de entrega más importantes del traslado de veleros con sus características especiales.
Entrega de yates en Greifswald
La entrega de un nuevo yate es un acontecimiento especial para muchos propietarios. Por eso, muchos navegantes reciben personalmente su nuevo velero en Greifswald, Alemania. El exclusivo muelle de entrega del astillero en el río Ryck ofrece acceso directo al Mar Báltico. Los propietarios tienen la oportunidad de probar la navegación en la bahía de Greifswald con el concesionario y de inspeccionar su nuevo velero personalmente. De este modo, los clientes tienen la oportunidad de realizar cualquier mejora de equipamiento adicional antes de partir, por ejemplo, células solares, pintura subacuática o trabajos de acero inoxidable con las empresas especializadas del lugar. Además, el lugar también ofrece la oportunidad de visitar la histórica ciudad hanseática de Greifswald, un "puerto de entrada": todos los trámites de entrada y salida pueden realizarse a través de la aduana de Wolgast.
Para los traslados en el agua desde Greifswald a un puerto lejano, se suele disponer de una tripulación de traslado o de un patrón experimentado.
Traslado por tierra en camión
Si la recogida personal en el norte de Alemania no es posible, nuestros experimentados colaboradores entregarán el yate a su distribuidor o directamente a su puerto de origen. Moody utiliza camiones especialmente equipados y empresas de transporte selectas para el transporte seguro por carretera de sus yates. Algunas partes del yate, como la jarcia, la quilla o la pala del timón, deben desmontarse en el astillero y estibarse por separado antes de la carga. Para evitar que se manche durante la entrega, la embarcación se puede retractilar a petición en el astillero. Debido al exceso de longitud, el convoy de yates suele comenzar de noche el viaje de traslado.
El transporte de un yate por carretera requiere sobre todo un trabajo de planificación. Además de la planificación exacta de la ruta, hay que obtener permisos de las autoridades locales, ya que los camiones utilizados se consideran vehículos pesados. Esto es habitual, ya que la carga cargada puede pesar más de 40 toneladas en total y tener hasta 24 metros de longitud. Si el camión pasa una frontera internacional, hay que rellenar los papeles de aduana. En muchas carreteras, también es obligatorio un vehículo de escolta de categoría 3, 4 o de la policía. En el camino, le esperan numerosos retos: a menudo hay que superar carreteras muy estrechas, sinuosas o empinadas, así como puentes bajos y condiciones meteorológicas difíciles, sin dañar la valiosa carga.
Traslado a ultramar en barco de carga
A menudo, no se puede llegar al futuro puerto de origen por tierra. El destino del transportista es entonces el puerto de ultramar más cercano, por ejemplo Bremerhaven en Alemania. Los destinos elegidos con frecuencia son Baltimore, Newport o Palm Beach en Estados Unidos. Los veleros vienen cargados en la cubierta de un buque de carga. El yate debe cargarse de forma especial dependiendo del tipo de traslado que se haga desde el buque de carga, ya sea por camión o por vía marítima. En el caso de la entrega a pie de agua, el yate se carga con el mástil en posición vertical y la quilla en su sitio; en este caso, el estay de popa debe separarse para el proceso de carga y descarga. Colocado en un andamio especialmente diseñado y fijado de forma segura contra el oleaje, el yate permanece seguro en su posición durante todo el viaje. Los viajes de transferencia pueden durar muchos días y visitar puertos de todo el mundo. De Europa a Norteamérica, por ejemplo, el viaje dura de dos a tres semanas. Además de los retos habituales que son inevitables en un viaje por mar debido al viento y las olas, hay que organizar de antemano la normativa aduanera, los requisitos de entrada y el transporte posterior desde el puerto de carga.
Una vez que el yate ha llegado a su destino, nuestros distribuidores, o los propios propietarios, se hacen cargo del velero y se encargan del transporte hasta su nuevo puerto. Allí, el yate se entrega a sus nuevos propietarios y, si se desea, se realiza una prueba de navegación en las aguas respectivas.
No importa lo que decida: Su yate está en las mejores manos con nuestros socios y llegará sano y salvo a su nuevo puerto de origen gracias al personal experimentado y a los vehículos de transporte altamente especializados. Hable con su distribuidor sobre la ruta de entrega que mejor se adapte a sus necesidades.
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