Sealine Historia de los yates a motor
En 1972, el ingeniero aeronáutico Tom Murrant busca un barco familiar. Sabe exactamente lo que quiere, pero no logra encontrarlo en el mercado. Murrant reacciona como solo los visionarios inconformistas saben: construyendo él mismo el barco de sus sueños.
En 1978, Fibrasonic ya necesita naves más grandes y se traslada a Kidderminster. En solo 6 semanas, allí se desarrolla el primer weekender de la C-LINE.
Impulsado por el éxito cosechado, Tom Murrant se fija un nuevo objetivo: construir yates exclusivos de renombre internacional. Sus modelos se vuelven más largos y más lujosos y abarcan todos los tipos constructivos. Esta nueva diversidad se expresa mediante un nuevo nombre: C-LINE (que hacía referencia a cruiser y cabin) se convierte en SEALINE.
40 años después de la fundación de la empresa, HanseYachts AG compra la marca SEALINE, incluyendo todos los modelos. Mientras que en el astillero de Greifswald se continúa con la producción de cuatro yates, comienza el desarrollo de una moderna generación de modelos, dirigido por el nuevo diseñador jefe Bill Dixon.